Como vivimos en tiempos donde lo físico está pasando a un segundo plano, cada vez más personas se preguntan cuál es la validez de la firma digital. Todo esto nos ha motivado a realizar este artículo, contándote su grado de validez, y qué la respalda para que sea considerada como tal.
La validez de la firma digital puede ser la misma que la manuscrita siempre y cuando se cuente con un certificado de una entidad seria y reconocida. De contar con uno, es completamente justo el firmar electrónicamente y nadie puede cuestionar la información.
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Validez legal de la firma digital
Fundamentalmente, la firma digital tiene el mismo objeto que la manuscrita. Este es la identificación del firmante que puede actuar en nombre propio, o en el caso de un tercero (siendo identificado como un representante legal o apoderado).
Ya que la firma digital permite identificar al firmante, este no tiene ninguna posibilidad de negar el hecho de la misma, ya que se expide por parte de un prestador de servicio de certificación, por lo que el valor que se le da es el mismo que tiene la manuscrita.
Esto quiere decirnos un par de cosas importantes, como es el caso de que puede ser completamente admisible como prueba en un juicio, siempre y cuando la firma esté basada en certificados digitales reconocidos. Por lo que, la validez de la firma digital, puede llegar a ser tan alta como el certificado que la respalde.
¿Por qué el emisor no puede negar la firma?
Cuando se utiliza este tipo de firma a menudo es bajo la intención de identificar a alguien como el emisor de un mensaje, que ayude a certificar la veracidad de que un documento no ha sido modificado luego de que se hizo el cambio original, entre otros motivos.
Los datos (a menudo considerados como clave) que se utilizan para poder firmar de forma digital son únicos y exclusivos de cada persona. Esto es lo que hace que el emisor no pueda negar, bajo ningún concepto, la realidad de la firma.
¿Cuál es la importancia de los certificados digitales?
El proceso para lograr una firma digital válida consiste, básicamente, en la creación de un documento (bien sea en formato hoja de cálculo, PDF, o imagen), al igual que la obtención del certificado electrónico que le dé la validez.
Es importante que se entienda que éste certificado deberá ser descargado en el soporte que corresponda (en una PC, un teléfono móvil, o cualquier otro), o incorporarse a un lector conectado al dispositivo desde el cual se procederá a firmar los documentos que correspondan. Sin este, la validez puede ser cuestionada.
El hecho de que se confíen en estos certificados digitales se basa en el que los mismos son emitidos de la mano de Proveedores de Servicios de Certificación, que se encuentran debidamente registrados y autorizados en las autoridades correspondientes, y se encargan de identificar de forma correcta a un firmante previo a la expedición.
¿Te ha quedado claro?
La valía de una firma digital puede ser igual que la normal escrita siempre que lleve un certificado de una entidad seria y reconocida. Es completamente viable el firmar electrónicamente con firma digital y nadie puede cuestionar la firma.
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